Pasear por Almudena puede llamar tan pocas veces la atención y dejar desapercibidas muchas cosas, pero no para Marco Antonio Moscoso cuyo ojo avizor extiende sobre el tapete una variada conjunción de elementos vivos y representativos de la interacción que mantenemos con los difuntos, ya sea mediante el juego o la visita. La disposición de las nubes en el cielo desde ya nos advierte de un trabajo de varios días de investigación y las más variadas horas de registro; Marco traduce la quietud mortuoria de este cementerio en una relación dinámica entre cada uno de sus elementos, entre ellos y nosotros. La muñeca que permanece serena ante guarismos que nos marcan un episodio de siete meses; las flores de tela, de plástico, las marchitas, se presentan ante el objetivo de Marco con una personalidad propia y definitiva, centinelas de sus nichos. La composición fotográfica de Marco Moscoso nos apacigua con la sencillez de sus contraluces a la vez que nos sacude con la estridencia visual del bullicio festivo del día de los muertos. El lenguaje visual de Marko Punk adquiere matices propios que se hacen patentes en su primera muestra individual.
Luis H. Figueroa
Fotógrafo
Foto Club Cusco
No hay comentarios:
Publicar un comentario